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Tras años de reivindicaciones y promesas para la creación de espacios caninos, es hora de que el Ayuntamiento de Arganda se ponga en marcha.

Ayer nos sorprendía nuevamente el anuncio por parte del Ayuntamiento de Arganda de la creación de dos espacios caninos en la localidad. Un anuncio que, si echamos la vista atrás, se parece mucho al hecho en verano de 2019 cuando el alcalde se comprometió a dos espacios caninos en la Poveda y el barrio del Grillero. Estamos en septiembre de 2020 y seguimos sin noticias de ningún parque canino o espacios donde disfrutar con nuestras mascotas. Se dice que se están buscando empresas para su construcción, pero aún no hay ni rastro en el perfil del contratante del Ayuntamiento. A efectos prácticos, durante este tiempo sólo se ha avanzado en la elaboración de dos pequeños planos.

Han pasado cerca de cuatro años desde que, tanto la vecindad argandeña como Izquierda Unida más tarde, comenzamos a solicitar la construcción de unos espacios donde los perros pudieran correr libremente sin molestar a ningún vecino. En 2019 se agravó la situación tras el envenenamiento de diversos perros en el barrio de Los Grilleros. Motivo por el cual en julio de dicho año arreciaron las peticiones de espacios caninos. El alcalde ese mismo agosto aseguró en sus redes sociales la construcción de dos espacios caninos, uno comprendido entre la Av. de Valencia y el Paseo de los Navegantes, y otro en la Poveda; entre la vía verde y la Av. del Niño Jesús. Este último, en concreto, ha pasado de ser algo próximo en 2019 a estar “en estudio” en 2020, curioso paso hacia atrás.

La falta de espacios donde ir con mascotas dio pie a la creación de la plataforma “Arganda Pro Perros”, quienes actualmente se encuentran organizando una recogida de firmas. La cual solicita el cumplimiento de construcción de parques caninos en diversos puntos de Arganda, que puedan dar servicio al mayor número de vecinos posible. Solicita también, entre otras cuestiones, la retirada de placas de la antigua ordenanza municipal de 2005 y actualizarse a la ordenanza de 2018.

Frente a la dejadez y lentitud del Consistorio en este asunto nos preguntamos… ¿Acaso la construcción de parques caninos es un proyecto difícil o inasumible para Arganda? Veamos algunos ejemplos: el Ayuntamiento de Torrelavega, el 7 de enero, presupuestó 43.000€ para un parque canino que incluía una mejora de la urbanización y el entorno de la zona, de modo que cerca de 20.000€ serían destinados a la creación del parque canino. Otro ejemplo, Vilamarxant, destinó 35.000€ para dos parques caninos, de 1.000m cada uno, con bancos para los dueños, fuentes, papeleras y zona agility donde los perros pudieran correr y jugar libremente.

Como se ve, son cifras minúsculas para un municipio de más de 50.000 habitantes. En Madrid hay más de 175 parques caninos, y cada vez más ayuntamientos se adaptan a la demanda de espacios para perros, ante el aumento de mascotas en toda la región. Un aspecto en el que la Comunidad de Madrid insta a los Ayuntamiento a actuar según el artículo 2 de la Ley 4/2016, de 22 de julio, de Protección de los Animales de Compañía. En contraste con Arganda, que es uno de los municipios de Madrid que aún no ha respondido a esta demanda y parece ser que, habiendo recursos, lo que falta son compromiso y avances reales.

Para una organización que defiende los intereses de la mayoría social trabajadora, como lo es la nuestra, esta no es una cuestión baladí. La ausencia de estas infraestructuras tiene un doble componente social, pues impacta con más intensidad sobre las familias trabajadoras de nuestro municipio. Esas familias cuya precariedad vital hace que progresivamente tengan hijos/as cada vez más tarde y, dando lugar a un entorno familiar en el que las mascotas juegan un papel cada vez más importante. Del mismo modo, son las familias trabajadoras y las clases populares quienes residen en viviendas más pequeñas, concentradas principalmente, en barrios más antiguos donde la carencia de espacios caninos supone especialmente una mayor limitación al bienestar de familias y mascotas.

Desde Izquierda Unida Arganda, llamamos a la vecindad argandeña a seguir sumándose a la recogida de firmas, así como a otras iniciativas que puedan surgir. La lucha y presión vecinal es fundamental para arrancar avances sociales de todo tipo. Hoy nos alegra ver cómo este objetivo está un poco más cerca gracias a la movilización de un grupo de vecinos, pero las promesas se las lleva el viento, y hasta que no estén los contratos adjudicados y las infraestructuras desarrolladas hay que mantenerse vigilantes.