El cambio en el gobierno municipal (ahora encabezado por PSOE e IUCM, que no IU Arganda) tras las elecciones de 2015, supuso un cierto viraje en las políticas municipales con respecto al deporte, la situación del cual pretendemos analizar en este artículo.

Ciertamente el Abono Fusión y la municipalización de los servicios deportivos son motivos para la alegría de la ciudadanía de izquierdas. Una medida como el Abono Fusión ha permitido ciertamente un mayor acceso a ciertas instalaciones deportivas municipales, la mayoría infrautilizadas desde hace años. Si bien muchos argandeños y argandeñas que acudan sólo a clases o salas de musculación seguirán optando por gimnasios privados que ofrecen tarifas más asequibles económicamente.

La municipalización de servicios permite generalmente un abaratamiento de costes al ahorrar(nos) el intermediario así como una garantía para los derechos laborales. Una noticia que sería del todo buena si no se hubieran hecho falsas promesas de mejora, que ya han dado que hablar, respecto a las nuevas condiciones laborales en los polideportivos municipales.

Sin embargo, no podemos hablar de que la degradación del deporte en Arganda se haya detenido. Los deportes más practicados en general son los colectivos, siendo los más comunes el fútbol y el baloncesto. Hoy en día vemos como el acceso a las pistas de estos deportes se encuentran muy limitadas, la mayoría se encuentran cedidas a los diferentes clubs del municipio lo cual dificulta la práctica autónoma de estos deportes. Unos clubs cuyas cuotas no han parado de aumentar con los años, en gran parte debido a los precios que el propio Ayuntamiento les impone para la cesión periódica de las pistas. Una pescadilla que se muerde la cola y que acaba llevando a que argandeños y argandeñas de todas las edades a ser expulsados de la práctica de estos deportes. Sin ir más lejos inscribirse en la liga de fútbol municipal cuesta entorno a los 1000€ por equipo y un breve repaso de los equipos infantiles de los colegios nos permite ver cómo han descendido por cientos el número de los deportistas más pequeños.

Las alternativas a los polideportivos han sido y son en muchos otros municipios las pistas deportivas básicas de libre acceso en parques, calles o colegios. El problema es que en Arganda podemos contar el número de estas pistas con los dedos de una mano. En el caso del fútbol la única pista hábil en Arganda de libre acceso se encuentra en el Puente de Arganda. La otra pista estaba en La Poveda y lleva años sin porterías a pesar de las protestas de los y las vecinas frente este gobierno y al anterior.